Junto a los escarpes, la localidad de Piracés presenta un sorprendente contraste de paisajes.
Su terreno escarpado, cuajado de terrazas erosionadas, chimeneas de hadas y llanuras desérticas es un capricho de la naturaleza, con el telón de fondo de la Sierra de Guara y el alto Pirineo. En sus alrededores discurre la calzada romana que comunicaba Lérida con Huesca y que nos aproxima hasta la Peña del Mediodía, donde se conservan vestigios de la antigua fortaleza musulmana.
La localidad de Sesa cuenta con tan importante bagaje histórico que incluso acuñó moneda propia. Mezcla de mito y tradición, son numerosas las leyendas que relacionan la localidad de Sesa con la brujería. En sus inmediaciones se pueden visitar varias cuevas de cuyo interior emanan poderes fecundantes.
En Salillas un antiguo pozo de hielo abre sus puertas al visitante para mostrar la importancia del comercio del hielo en época de nuestros antepasados.
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