Este hecho tuvo en su momento valor estratégico y militar en época de la reconquista, cuando al parecer fue fortificado a finales del siglo XI como punto de vigilancia de las tropas musulmanas, recibiendo entonces el nombre de El Pueyo de Sancho.
La primitiva ermita que corona el promontorio fue erigida en torno al siglo XIII en conmemoración de la batalla de Alcoraz, en la que cuenta la leyenda que San Jorge apareció en medio de la refriega en apoyo de las tropas cristianas.
La construcción actual, sin peculiaridades externas, data del siglo XVI. Su espacio interior se reparte en tres naves paralelas y abovedadas. Al frente, un retablo de la misma época versa sobre la batalla de Alcoraz y los patronos de Huesca, San Lorenzo y San Vicente.Las faldas del cerro están revestidas de vegetación de pino carrasco, constituyendo, junto con el Parque Miguel Servet, uno de los pulmones verdes de la ciudad.
Toda la zona es utilizada cada 23 de abril como punto de reunión y celebración de la festividad del santo.
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